Dar y recibir son en verdad lo
mismo
La manera como ves o percibes
el mundo depende si lo observas con tu visión interior la cual contiene la Luz que
te permite contemplar la realidad y observar con nitidez. Es una visión que nace
de la paz y disuelve los conflictos, pensamientos erróneos, de miedos producto de creaciones egoicas las cuales son
observadas con los ojos del cuerpo donde hay tal grado de oscuridad que no se
puede percibir nada real.
La Luz interior proyecta
la realidad. Ahora estarás despierto y en paz. El sueño ha llegado a su fin...
Ésta luz interior tiene
el poder total de sanar. Es la luz que extiende tu paz interior hasta
otras mentes para compartirla y permitir que todas ellas sean una
contigo y consigo mismas. Ésta es la luz sanadora porque produce una sola y
única percepción: la verdad del amor y la paz.
Es en este lugar mágico donde dar
y recibir se ven de la misma manera, cuya verdad no depende de cuál de esos
dos aspectos se vea primero, ni de cuál parezca estar en segundo lugar. Solo ocurren
de manera simultánea, instalando un único pensamiento de unidad.
Aprender que dar es lo mismo que recibir tiene una utilidad especial de expandirse hasta llegar al único pensamiento de unidad verdadero: somos uno y lo que quiero
para mi es lo que lo quiero dar en beneficios de todos.
Cada día debe enfocarse en
la práctica de : Dar es recibir
Hoy intentaremos ofrecerle paz y amor a todo el mundo y observar como esa paz y amor retornan a nosotros. La luz es
tranquilidad y en esa paz se nos concede la visión de la verdad.
Dar es recibir.
Recibiré lo que estoy dando ahora.
Cerrando los ojos, piensa
durante cinco minutos en lo que quieres ofrecerle a todo el mundo, para así
disfrutar de ello. Podrías decir por ejemplo:
Le ofrezco paz
y amor interior a todo el mundo.
Le ofrezco luz interior a todo el mundo.
Le ofrezco comprensión y compasión a todo el mundo.
Repite cada frase lentamente y
luego haz una pequeña pausa, sentirás recibir el regalo que diste. Éste te
llegará en la misma medida en que lo diste.Puede que te resulte útil,
asimismo, pensar en alguien a quien dar tus regalos. Él representa a los demás
y a través de él estarás dándoselos a todo el mundo.
De ahora en adelante entenderás mucho mejor el concepto de
causa y efecto y nuestro progreso será de rápidos avances y aprendizajes, los cuales se acelerarán y consolidará cada vez que digas: "Dar y recibir son en verdad lo mismo"